Hoy el
día amenaza lluvia. Ha estado toda la noche lloviendo, pero muy flojito.
Llegamos al curso de informática y no hay luz, así que nos ponemos a repartir
hilos para hacer pulseras. Pero enseguida me llaman para ir a hablar con el
Padre Timote, para comentarme el proyecto de “África Debut”. Cerca de dos horas
hablando y cayendo una tromba de agua. Al volver, algunos alumnos con el hilo
guardado. Incluso alguna me ha querido engañar diciendo que no le habían dado.
Menos mal que estaba Teresa para descubrirla.
De
vuelta a casa, a intentar solucionar un problemilla, y a cortar papeles para
invitar a los padres de los niños a la fiesta de fin de colonies. También he
escrito la letra de la canción “Adios con el corazón” para cantarla con los
monitores.
En las
colonias se continúa con el ensayo. Teresa y yo hemos estado con algunos niños
haciendo todo tipo de pulseras, para dejarlas como exposición de lo trabajado
en las “Colonies de vacances”. Pauline nos ha ayudado.
De
camino a casa, un niño pequeño sólo, normal aquí, pero que nosotros no estamos
acostumbrados. Puede que sea el más feliz del mundo, pero de primeras choca.
Ya en
casa, correo, blog, curso de informática con Pauline, y a intentar bajar un
telediario para actualizarnos.
Mañana
estoy invitado a comer por el Padre Timoteo. Ya empieza la recta final, el
viernes fiesta de colonias, el sábado entrega de diplomas de informática e
inglés, y luego el resto del día con mi familia camerunesa: la familia de mi
Teresa. El domingo, a Ndog-Passi y cena con Miguehe, y ya el lunes…
Besos y
abrazos
PD.
Isaaaaaaaa, que he visto a tu niño bonitooooo!!!!!
Es increíble como se multiplica la intensidad de lo que se vive cuando pensamos en la cuenta atrás... una pena no poder aplicarlo en nuestras vidas en más de una ocasión... con los tuyos y en tu casa siempre parece que es un día "normal"... aunque cuando te alejas, notas como cada minuto cuenta... y eres consciente de lo que necesitas a tu familia... y a los tuyos en general...
ResponderEliminarToda esta experincia que estás viviendo es un puro ejercicio de valorar "el regalo" que supone la vida... y eso lo enseñan los que menos tienen... ¡ curioso, no !
muchos besos cher ami...
Rosario
PD. dile a Mamá Piedad cuanto echo de menos las charlas de la sobremesa... cuanto aprendía con ella... y con las demás hermanas que nos explicaban como poder entender una cultura tan diferente... gracias a Araceli... que sin conocernos de nada, en un ratito, nos enseñó mucho. A Teo que enseña desde la sencillez... Y a todas y cada una de las hermanas Camerunesas que están creciendo con las Misioneras Cruzadas de la Iglesia... Todas ellas son las que hacen posible con sus "experienciasde vida" que las nuestras con el Voluntariado de "Bajar a la calle sin Fronteras" sea TAN ENRIQUECEDORA, UNICA e INOLVIDABLE...
mi agradecimiento a todas y cada una de las mujeres que forman esta CONGREGACIÓN... que tienen como modelo a Nazaria Ignacia y que cuidan con esmero el "compartir su Misión".
No puedo olvidar a las que tengo más cerca en la Palmilla... que también tienen una entrega difícil y en la que no cesan nunca... Nos enseñan como podemos ayudar a que la Escuela sea "Buena Noticia" para todos... y en especial a Rafaela... que nos acompañará siempre.
EN AVANT TOJOURS EN AVANT
Hola Carlos...sí cuanta intensidad en tan poco tiempo...intensidad en lo más profundo de la vida...cosa que aquí es más difícil de vivir...Gracias por esta experiencia que junto a ti hemos vivido y revivido muchos...gracias por tu testimonio y a todos los que como tú dans su vida en estos gestos...te esperamos, un beso a la tierra de Camerún antes de venirte...
ResponderEliminarQue bonito, Rosario, que bien hablas, y más cuando las palabras salen del corazón. Me uno a todo lo que has dicho.
ResponderEliminarYa veo que la agenda está bastante apretada, la fiesta, las visitas... Gracias por hacernos partícipes de tus vivencias, te queremos un montón, Sarita y yo.
Rosario, igual que Isa, suscribo todo lo que dices. Y le mando desde aquí, a través de Carlos, un gran abrazo a Mamá Piedad. Cuánto aprendimos de ella y con ella aquel verano de hace tres años y de todas las hermanas con las que coincidimos. Gross bisous.
ResponderEliminarNo conozco a la familia camerunensa, pero solo por los comentarios de Carlos, Rosario, Isa, Dolores y Juana... la hago mia.
ResponderEliminarCarlos, te he seguido día a día...fijate y es ahora cuando te escribo, ahora que ya no queda nada, ahora que los momentos son más dificiles, ahora que solo queda el pellizco en el estómago, las evaluaciones y el ponerse otra vez en marcha...
Suscribo todo el comentario de Rosario, es verdad Isa, escribe muy bien, porque los sentimientos son maravillosos.
Estas experiencias que vamos teniendo la gente de la gran familia MCI, solo es posible por como son ellas, siempre lo decimos, la Congregación hace que nos sintamos como en casa, y que seamos libres para dejarnos afectar por el entorno de los más débiles y desfavorecidos.
Gracias!!!!!!