lunes, 9 de julio de 2012

Domingo 8 de julio

Hoy es mi cumpleaños. Es ya el tercero que celebro aquí en Camerún. Aunque no haremos celebración. La vamos a posponer. De madrugada han llegado los nuevos cooperantes y hay que llevarlos a sus puntos de trabajo. Blanca y Rosa  van a Bamendjou, y me ha tocado llevarlas. Ayer no dije nada para que Isabelita no se preocupara, ya que son unas 6 horas de camino, y aquí las normas de circulación están para saltárselas. Pero todo ha ido muy bien. Las pobres estaban reventadas, y, sobre todo Blanca, han dormido casi todo el camino.

 Encuentro con las hermanas Virginie, Marie, Monic y Joaquina. Visita al colegio y al dispensario. Un poco de descanso y a dar una vuelta (aunque me ha costado lo más grande despertar a las niñas). Reunión con los escolapios de la Parroquia de al lado, y ya están casi preparadas para su trabajo.

Consejos, consejos y más consejos, aunque me gustaría dárselos aquí, y que fueran mis compañeras de trabajo, ya que este año me ha tocado estar yo solo.

Cena y a dormir, que mañana tienen mucho trabajo, y Castillo y yo tenemos un buen viaje, alargado porque vamos a recoger a unas niñas a Bafoussan.

Ahora me tengo que tragar mis palabras; me acuerdo de mi colchón de Oyack.

Gracias a tod@s los que me habéis felicitado de una forma u otra. A algunos que al parecer no saben que estoy aquí, no les he cogido el teléfono.

El día de hoy no era lo que esperaba, pero uno está para lo que le digan. Y hoy tocaba ser chófer. Día muy enriquecedor con Castillo, y muy agradable con las niñas. No querían que nos volviéramos.

Por el camino, mil imágenes que no he podido fotografiar porque iba conduciendo, pero que en mi retina se quedan. Niños en los bordes de las carreteras cargando con agua, troncos, frutas, hierros, …, de todo. Niños que apenas habían aprendido a andar y ya tenían obligaciones (y mucho peligro). Niños sentados en piedras rompiéndolas con una especie de martillo, que luego venderán cuando las hayan hecho migajas. Niños recién nacidos, enganchados a las espaldas de otros que no tendrían más de cuatro años. No sé como explicarlo, es imposible, aunque para ellos sea muy normal. No he podido fotografiar nada, pero aunque así fuera, no se refleja nunca lo que se ve.

En fin…

Besos y abrazos


1 comentario:

  1. Valiente mierda de "civilización" que hemos creado con tantas diferencias y marginación. Una verguenza

    ResponderEliminar