Hoy he dormido muy poco, sin ningún motivo, pero no
he descansado bien. Desde las cuatro no para de tronar, aunque no llueve.
Desayuno ameno con las hermanas y para el curso de informática. Al llegar
comienza a caer una buena tromba. No ha parado hasta cerca de las dos. Lo he
grabado en video, pero no creo que se aprecie la cantidad que cae, y así queda
un par de meses. Lo que si se nota más es el calor, o la humedad.
Hoy he puesto a los niños de ayer en un ordenador, y
sorprendentemente uno no quería, quería seguir mirando. Incluso me decía que ya
lo había hecho. Al final, han sido con los que más tiempo he tenido que pasar.
En las clases de informática ocurre lo mismo del año pasado, pero bueno.
Acabo muy fatigado de intentar comprender francés e
intentar hablarlo, y encima dando clases varias horas de lo mismo, pero es
reconfortante.
Comida especial hoy. Isabel me ha dicho unas
palabras muy bonitas en nombre de la comunidad, y me han cantado el cumpleaños
feliz que no celebramos el otro día, en tres idiomas. Y sin tiempo para más, de
camino a las colonias.
Como se prevé que comience a llover en breve, se han
cambiado los juegos exteriores por la película, que he tardado en decidir cinco
segundos. Montamos el aparato y no se ve. Voy a tocar, y dicen que es de mi
ordenador. Reiniciar y ya está. Pues no, no está. El cable, apagar el cañon, “no,
no lo apaguéis de ahí, esperar a que se pare el motor”… Hacen lo que quieren.
Se trae otro ordenador, paso la película y … lo mismo. Salen todos a buscar no
se qué, así que en unos diez segundos echo a andar todo. Solo era un botón del
proyector. A alguien le sonará esto.
Hemos visto Nemo. No sé decir cuántos niños había,
ni cuantos menores de dos años. La película la he visto con toda la familia de
Teresa, unos enganchados de un sitio y otros hasta de las orejas; me ha
encantado. Luis Miguel, el más chiquitito, poco más de dos años, no quería nada
conmigo, hasta que los demás se han echado encima y se ha puesto celoso.
Hoy no me he podido quedar a la evaluación porque
hemos tenido que llevar a Isabel al aeropuerto. Otra vez a conducir por estas
tierras, y lloviendo. Despedida, y para casa. Gracias a Dios hemos llegado sin
problemas. Ha sido un placer compartir estos días con Isabel.
Ya estoy en casa, y voy a ver si escribo pronto,
saco las fotos, cenamos y me acuesto pronto. Aunque eso dije anoche y me dieron
las una de la mañana.
Hoy quiero
celebrar de manera especial el nacimiento de Marcos, el hijo de mi compañero
José Miguel y de Virginia. ¡Que todo vaya bien!
PD. Vuelvo a
recordar que todo lo que diga sólo es mi experiencia y mi punto de vista, no
representa a nadie. Besos y abrazos
miles, espero que la mita los reciban mis princesas.
Veo un movimiento extraño y gracioso en la casa.
Mañana os cuento. O luego añado.
Que bien leerte¡¡
ResponderEliminarTe mando una abrazo muy grande desde donde hace una calor para no salir del agua¡¡
Descansa que también es importante para estar a tope.
Sigue contandonos.
Marcos ya esta aquí¡¡ Todo muy bien es un muñequito¡¡
Hola tito Carlos, soy Leire, hoy voy a dormir con Sara, la abuela y la tita. Te hecho mucho de menos, quiero que vuelvas pronto.
ResponderEliminarTe quiero mucho como la trucha al trucho.
Un besito, Leire.
(Me lo ha dictado palabra por palabra, que vieja)
Es lo q tiene carlitos... con tu sola presencia proyectas una seguridad y un aplomo que se arreglan hasta los proyectores...
ResponderEliminarMadre mia, tantos niños... y no se cae ninguno de la lista???? conociendote NOOOOOO, se suman!!!!
Bss
Ainssss....no se k decirte...elenita.....
ResponderEliminar