Domingo 26-7-09

El día se levanta con mucha lluvia. Desayunamos y vamos a misa de 9, que es la de los niños. Está cayendo un chaparrón de aupa; nos vamos a poner perdidos y sólo hay 50 metros hasta la casa. Menos mal que por ahí viene Carole con dos paraguas, de buena nos hemos librado. Gracias Carole!!!!
Subimos y se prepara el cuarto para Raúl, que ya está al caer. Estamos esperando a que venga Miguehe a por nosotros, que nos ha invitado a comer a su casa. Miguehe es el jefe de estudios del colegio, el manitas para todo, una persona muy comprometida con el colegio, y que siempre está dispuesto a ayudar. Para final de agosto esperan una criatura; ojalá todo les vaya bien.
La hermana Françoise ha venido para llevarse a Vicky, que se ha quedado sola aquí. Suena el timbre. Es Miguel, ya nos vamos para su casa. El camino bacheado para variar, en primera y con la reductora puesta. Llegamos a su casa, chiquita pero llena de hospitalidad. Hablamos un rato, sobre todo de su futura criatura. Hemos quedado además en comprar material deportivo para los niños, balones, etc. (si vierais lo bien que juegan con botellas de agua). Llega el momento de comer, baton de magnon, “no se qué de pistach” (que estaba muy bueno), macarrones, carne con salsa de verduras, plantan, y una macedonia de frutas. En fin, de maravilla. Nos ha pedido que seamos los padrinos de su boda civil, ¡qué guay!. Eso será el jueves, así que haremos un alto en el curso de informática y acudiremos, no muchas veces se puede ser padrinos de una boda en Camerún. Salimos y nos dan las gracias, cuando somos nosotros los que estamos agradecidos por el trato y el recibimiento.

Cogemos el coche y vamos a dar una vuelta (otra vez conduce Carlos), vamos a ver el barrio de pescadores y unas vistas del río Wouri. Piedad quería mostrarnos otra realidad de la ciudad. Tomamos café en un “club náutico” y comprobamos que hay gente con mas suerte en pocos metros de distancia. Sus casas son grandes y de obra, aparentemente con mas comodidades.
Volvemos a casa porque nos está esperando Florette en la puerta para poder entrar. Otra vez la cuesta, un par de resbalones pequeños y estamos arriba. Nos ponemos a corregir las pruebas de informática; Piedad nos da un texto para poner en el blog y vamos a ello.
Raúl ya ha salido de Málaga, mañana iremos a las cinco y media de la madrugada a recogerlo al aeropuerto. Llega el refuerzo.
Hoy mandamos felicitaciones para el pequeño Pablo que cumple dos añitos.
También felicidades a las “Anas y Joaquines”
Besos y abrazos